lunes, 31 de diciembre de 2012



Arquidiócesis de Tegucigalpa/ Decanato Zona Periférica

Parroquia Cristo Rey y Santa Cruz

 

31 de Diciembre / 01 de Enero.[1]

SOLEMNIDAD DE SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS

“María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón” Lc. 2,19

 

Monición ambiental

Especialmente en estos días, es mejor hacer esta monición después de la procesión de entrada. Una vez que el sacerdote se encuentra en su sede,  ha finalizado el canto de entrada y antes de la signación inicial. Coordinar  bien con el sacerdote.

Queridos hermanos y hermanas, bienvenidos a la Casa del Señor, donde nos acoge y nos lleva a los pies de Jesús la misma Madre de nuestro Salvador.

Decía el Papa Benedicto XVI en la misa de fin de año y año nuevo 2011: “Otro año llega a su término, mientras que, con la inquietud, los deseos y las esperanzas de siempre, aguardamos uno nuevo. Por eso, muchas veces nos asalta la pregunta: ¿Qué sentido damos a nuestros días? Más concretamente, ¿qué sentido damos a los días de fatiga y dolor?... Esta es una pregunta que atraviesa el corazón de cada generación y de cada ser humano… Pero hay una respuesta a este interrogante: se encuentra escrita en el rostro de un Niño que hace dos mil años nació en Belén y que hoy es el Viviente Así pues, no hay lugar para la angustia frente al tiempo que pasa y no vuelve; ahora es el momento de confiar infinitamente en Dios, de quien nos sabemos amados.”

Por eso nosotros, con las misas de estos días de fin de año y año nuevo no solo damos gracias a Dios por habernos acompañado, protegido y bendecido todo este tiempo pasado, sino que sobre todo nos ponemos en sus manos para vivir como sus hijos, edificar su reino de justicia y paz en nuestro tiempo y prepararnos para gozar de su eternidad.

 

LITURGIA DE LA PALABRA DE DIOS

 

Primera lectura:                               Números 6, 22-27

La paz de Dios llena toda realidad humana y da un nuevo sentido a la vida personal, familiar y social. La verdadera paz brota no de las cosas que tengamos o de los problemas que no tengamos. La paz consiste en vivir como hijos de Dios, esa es la bendición.

 

Salmo:                                               66

El salmo 66 es un poema de gran fuerza, vibrante y sonoro, que expresa jubiloso el agradecimiento a un Dios que auxilia y se ocupa siempre de sus criaturas. Es una buena forma para alabar a Dios en el año que finaliza y comienza.

 

 

 

Segunda lectura:                              Gálatas 4, 4-7

La salvación y el ser hijos de Dios no nos viene por nuestros méritos, sino por el Amor del Padre que se nos manifiesta en Cristo Jesús. Pero esta condición de hijos se desarrolla en la vida diaria, y es entonces cuando hacemos nuestra la herencia del reino de los cielos.

 

Evangelio:                                         Lucas 2, 16 - 21

Jesús nace pasando inadvertido por los grandes y satisfechos. Solo los pastores, sencillos, pobres e ignorados, reconocen el signo de un Dios hecho Niño recién nacido. Con María y José se llenan de alegría: lo que el ángel les anunció se ha hecho realidad. Y tanta alegría hay que compartirla.

 

ORACIÓN DE LOS FIELES

 

R.  Jesús, hijo de José y María, escúchanos.

 

X  Por la Santa Iglesia de Dios, para que el Señor le conceda un creciente amor por la Palabra,  la estudie y exponga con solicitud, la encarne fielmente y la comunique con generosidad. Oremos…

 

X  Por nuestro Papa Benedicto XVI, para que el Señor lo asista en su ministerio pastoral y prepare los corazones de todos a recibir su mensaje de amor y paz. Oremos…

 

X  Por todas las naciones, para que el Señor les conceda su bendición, desaparezcan los sonidos de la guerra y el silencio de la muerte. Que sepamos consolar a los que sufren, llenar de esperanza a los perseguidos por la fe y la justicia,  y llevar todos los corazones de su gracia y su paz. Oremos…

 

X  Por la gran Familia de Dios aquí reunida, para que el Señor nos de la gracia de permanecer firmes en la Fe, animados en la esperanza y fortalecidos en el amor. Que cada uno, a ejemplo de María, sepamos meditar los acontecimientos de la vida cotidiana a la luz de la oración. Oremos…

 



[1] Esta es ya por sí  misma una sugerencia pastoral: utilizar en la misa del 31 de diciembre por la noche la liturgia del 1ero. de enero, esto con el fin de darle un significado especial a este misa de Te deum, a la vez que darle a la asamblea la oportunidad de participar de la liturgia de la Madre de Dios.

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