martes, 22 de mayo de 2012


Arquidiócesis de Tegucigalpa/ Decanato Zona Periférica
Parroquia Cristo Rey y Santa Cruz
        
Domingo 20 de Mayo 2012.
“Vayan al mundo entero a proclamar el evangelio”
El crucificado resucitado es ahora exaltado a la derecha del Padre.

Monición inicial
Recuerden: que  primero sea la procesión de entrada y  después, cuando ya el sacerdote se ha ubicado en su sede, leer esta monición inicial .Coméntenlo siempre con el sacerdote que celebre la misa. Conste…    

Queridos hermanos y hermanas, bienvenidos a la Casa del Señor, de donde brotan frutos de justicia, de paz y bienestar para todos los que creen y atestiguan su resurrección.
Varias veces hemos afirmado que el tiempo de Pascua es el tiempo de los frutos en el Espíritu Santo. En estos tiempos tan difíciles que vivimos en nuestra amada Honduras, en donde comprobamos el empeño de algunos por sembrar confrontación, miedo y muerte entre nosotros ¿qué frutos podemos dar ante tan dura realidad? Unas palabras del Papa Benedicto XVI sobre la Ascensión del Señor nos ayudará a encontrar la respuesta. Dice el Papa: “…la solemnidad de la Ascensión nos invita a una comunión profunda con Jesús muerto y resucitado, invisiblemente presente en la vida de cada uno de nosotros…Después de la Ascensión, los discípulos volvieron a Jerusalén "con gran gozo". En ese momento tenían la certeza de que el Crucificado-Resucitado estaba vivo… su Ascensión no implicaba la ausencia temporal del mundo, sino que más bien inauguraba la forma nueva y definitiva de su presencia, en virtud de su participación en el poder de Dios. También a nosotros la solemnidad de la Ascensión del Señor debería colmarnos de serenidad y entusiasmo… Al igual que ellos, también nosotros… debemos ir por doquier y proclamar el anuncio salvador de la muerte y resurrección de Cristo. Nos acompañan y consuelan sus mismas palabras: "Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo”[1]
Este es pues el fruto que podemos los católicos a nuestra Honduras: el gozo, la serenidad y la osadía que nacen de la certeza de saber que el Resucitado vive entre nosotros. Suya es la victoria, y suya es para Honduras la paz, la justicia, la verdad, el progreso y la reconciliación de este pueblo.
Con esta certeza iniciemos fraternalmente nuestra eucaristía.

Moniciones a la Palabra de Dios

1era. lectura:                                      Hc. 1, 1 - 11

 
Una despedida que sin embargo no causa ausencia, sino plena presencia. Una misión divina que se prolonga a lo largo de todos los siglos por una Iglesia compuesta por seres humanos, guidaos, eso sí, por un Espíritu Santo. Cuidado, que la tentación sigue siendo la misma: confundir mis meras aspiraciones con los planes divinos de Dios.

Salmo                                                  46
Este salmo canta pomposamente la soberanía de Dios, Emperador universal y Rey de toda la tierra. Él no solo se ha elegido a un pueblo, sino que desea manifestar su salvación a todos. Cantar este salmo es expresar nuestro firme compromiso de no negar a nadie el amor de Dios. Hagámoslo con júbilo.

2da. lectura                                        Ef. 1, 17-23
Conocer a Dios es un don que Él mismo nos otorga. Solo Él puede enseñarnos a amarlo y servirlo. Y solo puede decir que en verdad lo conoce y lo ama aquel que sirve a sus hermanos como miembro activo de ese cuerpo vivo que es su Iglesia.

 Evangelio:                                         Mc. 16, 15 - 20
La misión que Dios Padre encomendó a su Hijo es ahora la misión que el Hijo encomienda a su cuerpo que es la Iglesia: evangelizar a todos los pueblos de todos los tiempos y en todo lugar. Y para que se vea claro que esta no es una obra meramente humana, Él mismo dá a los suyos signos eficaces de su presencia y su amor.

Oración de los fieles

Responderemos: “Ensénanos, Señor, a dar frutos de justicia y santidad”
·    Padre, tú sabes cuánto necesitamos en este momento palabras de fortaleza y gozo. Ilumina a tu servidor el Papa Benedicto, a los Obispos y sacerdotes, para que sepan animarnos y conducirnos con serenidad y firmeza en esos tiempos tan difíciles para nuestra amada Honduras. Oremos…
·    Con renovado fervor y esperanza te suplicamos con fuertes clamores por los servidores públicos de nuestro país. Padre, que sepan estar a la altura de lo que la nación necesita ante tan graves retos económicos, de seguridad alimentaria y paz social, de unidad y reconciliación, que hoy día enfrentamos. Oremos…
·    Señor Jesús, enciende en el fuego de tu amor nuestros vacilantes corazones para que no decaigamos en la tarea que tú nos has encomendado: anunciar a todos los valores de la civilización del amor del Reino de Dios. Oremos…
·    No permitas Padre que las necesidades que todos tenemos cierren nuestros ojos ante la pobreza que nos rodea. Antes bien, que al ayudar a otros en sus necesidades encontremos fortaleza para enfrentar nuestros retos. Oremos…
·    Padre, te pedimos por la próxima peregrinación de los jóvenes de nuestra Arquidiócesis, así como también te presentamos los proyectos de evangelización que las distintas pastorales y sectores de nuestra parroquia quieren llevar a cabo en tu Nombre. Haz prósperas, Señor, las obras de nuestras manos. Oremos…







UNA PALABRA QUE LES SUPLICO TRANSMITIR A QUIENES SIRVEN DE MONITORES

Este mensaje es particularmente para los monitores de nuestra querida parroquia de Cristo Rey y la Santa Cruz. Por favor, NO AÑADAN PALABRAS O FRASES QUE NO ESTÁN EN EL TEXTO DE LAS MONICIONES.
Créanme, si no aparecen en las moniciones es porque ESTOY CONVENCIDO QUE NO HACEN FALTA.
Expresiones como:
-- escuchemos.
-- pongamos atención.
--de pie.
-- El apóstol tal no dice en la presente lectura tal cosa.
-- en la siguiente lectura…
-- etc, etc, etc…

Si no las escribo en el texto de las moniciones es porque creo que entre otras cosas, es un trato infantil para nuestra asamblea litúrgica dominical. Son redundantes ante la actitud de quienes asisten a misa. Y sobre todo, MATAN EL SENTIDO Y EL ESPÍRITU con que ha sido escrito el texto de la monición. Cuántas veces “veo morir” el impacto o el efecto que esperaba de la monición cuando el monitor desgraciadamente añade palabras innecesarias….
Ya no más, se lo suplico. LO QUE EL MONITOR HA DE LEER ES LO QUE EL AUTOR DEL TEXTO HA ESCRITO. NADA MÁS!!!

Con afecto… Pbro. Rafael Alvarado


[1] Domingo 24 Mayo 2009.

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