Arquidiócesis de Tegucigalpa/ Decanato
Zona Periférica
Parroquia
Cristo Rey y Santa Cruz
Domingo 20 de Mayo 2012.
“Vayan al mundo entero a proclamar el
evangelio”
El crucificado resucitado es ahora exaltado a la
derecha del Padre.
Monición inicial
Recuerden:
que primero sea la procesión de entrada
y después, cuando ya el sacerdote se ha
ubicado en su sede, leer esta monición inicial .Coméntenlo siempre con el
sacerdote que celebre la misa. Conste…
Queridos hermanos y hermanas,
bienvenidos a la Casa del Señor, de donde brotan frutos de justicia, de paz y
bienestar para todos los que creen y atestiguan su resurrección.
Varias veces hemos afirmado que el
tiempo de Pascua es el tiempo de los frutos en el Espíritu Santo. En estos
tiempos tan difíciles que vivimos en nuestra amada Honduras, en donde
comprobamos el empeño de algunos por sembrar confrontación, miedo y muerte
entre nosotros ¿qué frutos podemos dar ante tan dura realidad? Unas palabras
del Papa Benedicto XVI sobre la Ascensión del Señor nos ayudará a encontrar la
respuesta. Dice el Papa: “…la solemnidad de la Ascensión nos invita a una comunión profunda con
Jesús muerto y resucitado, invisiblemente presente en la vida de cada
uno de nosotros…Después de la Ascensión, los discípulos volvieron a Jerusalén
"con gran gozo". En ese
momento tenían la certeza de que el Crucificado-Resucitado estaba vivo… su
Ascensión no implicaba la ausencia temporal del mundo, sino que más bien
inauguraba la forma nueva y definitiva de su presencia, en virtud de su
participación en el poder de Dios. También a nosotros la solemnidad de la
Ascensión del Señor debería colmarnos de serenidad
y entusiasmo… Al igual que ellos, también nosotros… debemos ir por doquier y
proclamar el anuncio salvador de la muerte y resurrección de Cristo. Nos
acompañan y consuelan sus mismas palabras: "Yo estoy con ustedes todos los
días hasta el fin del mundo”[1]
Este es pues el fruto que podemos los
católicos a nuestra Honduras: el gozo, la serenidad y la osadía que nacen de la
certeza de saber que el Resucitado vive entre nosotros. Suya es la victoria, y
suya es para Honduras la paz, la justicia, la verdad, el progreso y la
reconciliación de este pueblo.
Con esta certeza iniciemos fraternalmente
nuestra eucaristía.
Moniciones a la
Palabra de Dios
1era. lectura: Hc. 1, 1 - 11
|
Salmo
46
Este salmo canta pomposamente la
soberanía de Dios, Emperador universal y Rey de toda la tierra. Él no solo se
ha elegido a un pueblo, sino que desea manifestar su salvación a todos. Cantar
este salmo es expresar nuestro firme compromiso de no negar a nadie el amor de
Dios. Hagámoslo con júbilo.
2da. lectura Ef. 1, 17-23
Conocer a Dios es un don que Él mismo nos otorga.
Solo Él puede enseñarnos a amarlo y servirlo. Y solo puede decir que en verdad
lo conoce y lo ama aquel que sirve a sus hermanos como miembro activo de ese
cuerpo vivo que es su Iglesia.
Evangelio: Mc. 16,
15 - 20
La misión que Dios Padre encomendó a su Hijo es
ahora la misión que el Hijo encomienda a su cuerpo que es la Iglesia:
evangelizar a todos los pueblos de todos los tiempos y en todo lugar. Y para
que se vea claro que esta no es una obra meramente humana, Él mismo dá a los
suyos signos eficaces de su presencia y su amor.
Oración de los
fieles
Responderemos: “Ensénanos,
Señor, a dar frutos de justicia y santidad”
· Padre, tú sabes
cuánto necesitamos en este momento palabras de fortaleza y gozo. Ilumina a tu
servidor el Papa Benedicto, a los Obispos y sacerdotes, para que sepan
animarnos y conducirnos con serenidad y firmeza en esos tiempos tan difíciles
para nuestra amada Honduras. Oremos…
· Con renovado
fervor y esperanza te suplicamos con fuertes clamores por los servidores
públicos de nuestro país. Padre, que sepan estar a la altura de lo que la
nación necesita ante tan graves retos económicos, de seguridad alimentaria y
paz social, de unidad y reconciliación, que hoy día enfrentamos. Oremos…
· Señor Jesús,
enciende en el fuego de tu amor nuestros vacilantes corazones para que no
decaigamos en la tarea que tú nos has encomendado: anunciar a todos los valores
de la civilización del amor del Reino de Dios. Oremos…
· No permitas Padre
que las necesidades que todos tenemos cierren nuestros ojos ante la pobreza que
nos rodea. Antes bien, que al ayudar a otros en sus necesidades encontremos
fortaleza para enfrentar nuestros retos. Oremos…
· Padre, te
pedimos por la próxima peregrinación de los jóvenes de nuestra Arquidiócesis,
así como también te presentamos los proyectos de evangelización que las
distintas pastorales y sectores de nuestra parroquia quieren llevar a cabo en
tu Nombre. Haz prósperas, Señor, las obras de nuestras manos. Oremos…
UNA
PALABRA QUE LES SUPLICO TRANSMITIR A QUIENES SIRVEN DE MONITORES
Este
mensaje es particularmente para los monitores de nuestra querida parroquia de
Cristo Rey y la Santa Cruz. Por favor, NO AÑADAN PALABRAS O FRASES QUE NO ESTÁN
EN EL TEXTO DE LAS MONICIONES.
Créanme,
si no aparecen en las moniciones es porque ESTOY CONVENCIDO QUE NO HACEN FALTA.
Expresiones
como:
--
escuchemos.
--
pongamos atención.
--de
pie.
--
El apóstol tal no dice en la presente lectura tal cosa.
--
en la siguiente lectura…
--
etc, etc, etc…
Si
no las escribo en el texto de las moniciones es porque creo que entre otras
cosas, es un trato infantil para nuestra asamblea litúrgica dominical. Son
redundantes ante la actitud de quienes asisten a misa. Y sobre todo, MATAN EL
SENTIDO Y EL ESPÍRITU con que ha sido escrito el texto de la monición. Cuántas
veces “veo morir” el impacto o el efecto que esperaba de la monición cuando el
monitor desgraciadamente añade palabras innecesarias….
Ya
no más, se lo suplico. LO QUE EL MONITOR HA DE LEER ES LO QUE EL AUTOR DEL
TEXTO HA ESCRITO. NADA MÁS!!!
Con
afecto… Pbro. Rafael Alvarado
0 comentarios:
Publicar un comentario