viernes, 14 de diciembre de 2012


Arquidiócesis de Tegucigalpa/ Decanato Zona Periférica
Parroquia Cristo Rey y Santa Cruz

3er.  Domingo de Adviento/ Ciclo C
MAESTRO, ¿QUÉ DEBEMOS HACER?”
                                        La esperanza cristiana como estilo de vida .
Domingo 16 Diciembre 2012
Monición Ambiental
Queridos hermanos y hermanas, bienvenidos a la Casa del Señor, fuente de la alegría cristiana
En cuanto el ángel Gabriel anunció a Maria que sería madre del redentor, ella, llena de gozo, de inmediato preguntó cómo podía colaborar con tan gran obra de salvación.
Y este es el centro del mensaje del 3er. Domingo de Adviento: la alegría de quienes se disponen a participar colaborando con el plan de salvación de nuestro Dios. De ahí la pregunta que reiteradamente se hace hoy a Juan, el precursor: “y nosotros ¿qué tenemos que hacer?”  Y quizá la mejor respuesta nos la da San Pablo: Estén siempre alegres en el Señor. Se lo repito: estén alegres. El Señor está cerca”. La esperanza es fuente de alegría. Y solo los que esperan en el Señor sabrán perseverar gozosos en medio de las pruebas de esta vida. La alegría es muy importante en nuestra vida porque la refresca, la despierta, la fortalece. Deberíamos recordarlo más seguido en nuestras eucaristías, que reflejan muy bien la solemnidad que nos merece la grandeza de Dios pero que a veces comunican muy poco de la alegría de su amor.
Hoy, son los niños los invitados a encender la 3era. de Adviento. Ellos son el mejor reflejo de la alegría cristiana. De ellos aprendemos su disponibilidad gozosa de partcipar de todo aquello que alegra el corazón.
Recibamos al P. _______ y a quienes le acompañan en la procesión de entrada. Puestos de pie, cantemos.

Moniciones a la Palabra de Dios
1era. lect:                                Sof. 3, 14 – 18a
Cuánta alegría sentimos en el corazón después de haber superado una dificultad. El siguiente texto nos habla de la alegría de Jerusalén por la acción de Dios que le libera de sus enemigos. La alegría en el Señor es una experiencia de liberación, del pecado y todas sus opresiones.
Salmo:                                    Is. 12
Este cántico enumera los frutos de la alegría en el Señor: confianza, fortaleza, alabanza, testimonio, salvación. Pero su mayor fruto es la paz del Señor, que aleja todo temor. Cantemos su esperanza.

2da lect:                                  Fil. 4, 4 - 7
Claro que hay problemas, fracasos y momentos dolorosos. La alegría cristiana no los niega, pero afirma que cualquiera que sean las circunstancia de la vida, buenas o malas, tenemos la certeza de saber que el Señor está a nuestro lado, nos acompaña y nos anima a seguir adelante. La alegría cristiana es certeza en el auxilio del  Señor. Escuchemos.



Evangelio:                  Lc. 3,10 - 18
El anuncio de la buena nueva por Juan el Bautista anima a sus oyentes a la fidelidad en sus tareas cotidianas. La alegría de Dios se traduce entonces en todo una estilo de vida, actitud firme de fidelidad a Dios vivida en los deberes de la vida cotidiana sostenidos, en el Espíritu Santo.

Oración de los fieles
“Escúchanos Padre”
  1. Padre santo, da a los que haz consagrado a tu amor, el Papa Benedicto, los Obipos y sacerdotes, la alegría de dar la vida enseñando a tu pueblo, principalmemte con el testimonio de sus vidas, el camino de la fidelidad al evangelio de Jesús. Oremos…
  2. Te pedimos Padre por la paz y la reconciliación en  nuestra amada Honduras. Que cada uno de nosotros sepa trabajar unido a sus hermanos por la justicia y el bien común. Oremos…
  3. Escucha, Padre, nuestras insistenes plegarias por los servidores públicos y la clase política de nuestro país. Que abandonen ya toda tentación de valerse del poder para explotar a tu pueblo en búsqueda de intereses egoistas. Oremos…
  4. Padre, enséñanos a valorar la verdadera alegría, la que brota de tu Palabra, y que nos enseña a compartir y compartirnos con los demás. Que no nos quedemos con la superficialidad de quienes buscan solo pasarla bien, olvidándose de ti y de los demás. Oremos…
  5. Padre, renueva en nosotros el firme compromiso por hacer de nuestra parroquia una sola y grande familia unida en tu amor. Ayúdanos a superar lo que nos confronta y divide y enséñanos a valorar sobre todo lo que nos reconcilia y nos une. Oremos…


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