martes, 19 de febrero de 2013


Arquidiócesis de Tegucigalpa/ Decanato Zona Periférica
Parroquia Cristo Rey y Santa Cruz.

1er. Domingo Cuaresma. Ciclo“C”
“ESTÁ  ESCRITO…”
Conocer, amar y en todo servir a la Palabra de Dios,
bajo la guía del  Espíritu Santo.

Domingo 17 Febrero 2013.

Monición inicial
Queridos hermanos y hermanas, bienvenidos a la Casa del Señor, recinto sagrado donde la sabiduría del Espíritu Santo nos conduce a la escucha fiel de la Palabra de Dios.
Cuaresma no es la meta de nuestra fe, es apenas un camino de conversión, que por la fe nos lleva a un estilo de vida basado en la confianza absoluta en la voluntad de Dios. Cuaresma se vuelve así una escuela de aprendizaje para seguir los pasos de Jesús.
De ahí que afirmemos con fuerza que el protagonista de este domingo no es el diablo ni sus tentaciones. El protagonista es la persona misma Jesús y la manera en que él vence la tentación. Solo imitando su escucha atenta y su entrega fiel a la Palabra de Dios podremos como Jesús vencer nuestras propias tentaciones y permanecer firmes en nuestra vocación de hijos de Dios.
Recibamos, pues, al padre____ y a quienes le acompañan en la procesión de entrada. De pie, cantemos.

Moniciones a las lecturas de la Palabra
1era, lectura                            Dt. 26, 4 - 10
Qué fácil olvidamos que la vida con toda su riqueza y su hermosura es un don de Dios. Qué fácil entregar nuestra confianza a nuestras propias capacidades y bienes materiales. Tener memoria de las cosas buenas que Dios ha hecho por nosotros es un primer paso comportarnos como personas  agradecidas.

Salmo                                     90
“Dios mío, confío en ti”. Así expresa el salmista su júbilo por estar en presencia de Dios, en su santo templo, que es para él un refugio seguro. Confiémonos nosotros también en manos de nuestro Dios y en su santo templo glorifiquemos al Dios que nos salva.

2da. lectura                            Ro. 10, 8 -13
Ser coherentes es sencillamente vivir según lo que decimos creer. Por eso profesamos nuestra fe: para afirmar ante la comunidad que creemos en Cristo porque vivimos su Palabra. Una Palabra capaz de salvar a todo el que demuestre fe.

Evangelio                               Lc. 4, 1 - 13
El camino  de la conversión cuaresmal es el mismo camino de Jesús en el desierto: guiado en el Espíritu santo, abandonado a la misericordia de Dios y entregado con total fidelidad a su Palabra. Este es la senda que hemos de seguir si queremos nosotros también vencer la tentación.

Oración de los fieles
Responderemos: “Señor, danos ser dóciles a tus Palabras”
·         Padre, te alabamos por la humildad y la valentía con la que el Santo Papa Benedicto XVI ha sabido escuchar tu voz en su corazón y descubrir en tu amor nuevos caminos para él y la Iglesia. Él nos ha vuelto a demostrar que las tentaciones no tienen espacio para los que en ti confían. Dale las fuerzas que tanto necesita para ser siendo entre nosotros testigo y discípulo de tu Palabra. Oremos…
·         Te encomendamos, Padre del cielo, la paz y la unidad de tu Iglesia. Que la cuaresma sea especialmente para aquellos que has puesto al frente de tu Iglesia, obispos y sacerdotes, un tiempo de reflexión y conversión. Oremos…
·         Señor, cuánto necesitan nuestros gobernantes ser dóciles al Espíritu Santo para conducir a tu pueblo hondureño por caminos de justicia y reconciliación. Te encomendamos muy en particular estos servidores públicos. Que ellos encuentren en tu Palabra y en los sacramentos de la Iglesia la luz y la fortaleza para vencer las tentaciones del poder y así fomentar el bien común y la paz. Oremos…
·         En estos días de ayuno y penitencia, danos recordar, Padre nuestro, que hay muchos a nuestro alrededor que viven la vida como un permanente calvario de dolor y soledad. Danos ser atentos y dispuestos a sus necesidades espirituales, emocionales y materiales. Que en el amor solidario con los que sufren confirmemos nuestro amor a ti. Oremos…
·         Padre santo, ahora que nuestra parroquia ha iniciado sus catequesis sobre el Concilio vaticano II, ilumina con tu Espíritu Santo nuestras mentes y corazones para que comprendamos la inmensa riqueza de doctrina y fe que nos dio este Concilio y lo sepamos vivir y testimoniar entre nosotros. Oremos…

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