Arquidiócesis de Tegucigalpa/
Decanato Zona Periférica
Parroquia
Cristo Rey y Santa Cruz.
5to. Domingo
Cuaresma. “B”
Ha llegado la hora: el grano de trigo morirá y dará mucho
fruto.
Monición inicial
Sean todos
bienvenidos a la Casa del Señor, el templo donde adoramos a Aquel que dio la
vida para dar en nosotros fruto abundante de vida eterna.
Nos
encontramos ya ante las puertas de lo que comúnmente se le conoce como semana
santa. El próximo domingo lo es ya “de Ramos”.
Por
tercer domingo consecutivo, una catequesis del Señor nos sigue preparando para
su pascua: primero fue la convocatoria a encontrar en su cuerpo-eucaristía el
verdadero templo de Dios; luego, el domingo pasado, la revelación del amor con
que somos amados por el Dios Padre nos abrió a todo un mundo de nuevas
relaciones. Y hoy, al llegar el momento oportuno que Dios mismo determinó,
Jesús mismo nos muestra el valor pleno de la vida como un dar la vida en la
fecundidad de quien tiene un corazón abierto para todos.
Que
cercanas nos suenan así las palabras del Papa Benedicto XVI en su Mensaje de
cuaresma de este año al recordarnos que: “…fijar
la mirada en el otro, ante todo en Jesús, es estar atentos los unos a los otros, a no
mostrarnos extraños, indiferentes a la suerte de los hermanos. Sin embargo, con
frecuencia prevalece la actitud contraria: la indiferencia o el desinterés, que
nacen del egoísmo, encubierto bajo la apariencia del respeto por la «esfera
privada». También hoy resuena con fuerza la voz del Señor que nos llama a
cada uno de nosotros a hacernos cargo del otro. Hoy Dios nos sigue pidiendo
que seamos «guardianes» de nuestros hermanos, que entablemos relaciones
caracterizadas por el cuidado reciproco, por la atención al bien del otro y a todo su bien.”
Moniciones
a las lecturas de la Palabra
1era, lectura Jr. 31, 31-34
El
amor no envejece, se renueva, y jamás renuncia a amar. Sabe pagar con
perseverancia las infidelidades, y esforzarse de nuevo en donde otros se
rendirían. Puja y empuja el amor con tal
de lograr la purificación del amado. Ojala sea esta tu experiencia del amor de
Dios.
Salmo 50
Cuando la maldad que nos rodea es
tan intensa que parece asfixiarnos, y hasta me siento subyugado por el poder
del pecado, es bueno recordar que lo único que Dios me pedí es “un corazón quebrantado y humillado”. La
alegría de la salvación es propia de los que se rinden en manos de Dios.
2da.
lectura Hb. 5,
7-9
Lo
bueno que hay en ti, no se queda en ti sino que enriquece a los que te rodean.
Del mismo modo que lo santo que hay en ti santifica a los demás. Pero eso sí,
hay que aprender a amar dando la vida. Y este aprendizaje y obediencia pasa por
el dolor. Su fruto es en ti y en los demás una vida plena y en paz.
Evangelio Jn. 12, 20 - 33
Es
curioso: lo que para mentalidades mundanas es atractivo, para el evangelio es infecundidad:
el egoísmo, el aborto, el libertinaje sexual, la injusticia, la corrupción, etc.
Para Jesús solo es fecunda la vida que se comparte, que se da generosamente a
los demás ¿Cómo será tu vida bajo la mirada de Dios, fecunda o estéril?
Oración
de los fieles
Responderemos:
“escúchanos, Padre”
1. Por la Iglesia, sus
Obispos, sacerdotes y el Papa Benedicto XVI. Ellos son los primeros llamados
día con día a ser fecundos dando la vida por el pueblo de Dios. Padre, sostenlos
en tu Espíritu y anímalos en la cruz de Jesús. Oremos…
2. Te rogamos
insistentemente, Padre, por los dirigentes políticos y los servidores públicos
de nuestro país. Tú les llamas a ser mediadores del bien común, de la paz y la
justicia. No permitas que sus corazones sean endurecidos por las tentaciones
del poder. Oremos…
3. Por todas las
actividades que nuestros jóvenes católicos llevarán adelante con ocasión de la
semana santa: la Jornada de Ramos, las misiones juveniles, las actividades
parroquiales, y tantas otras más. Que experimenten en sus corazones tu amor y
sepan testimoniarlo ahí donde se encuentren. Oremos…
4. Por tantos pueblos
del mundo atrapados en las garras de la guerra, la violencia, la miseria y la injustica. Para que los cristianos sepamos
llevarles en el poder de la cruz de Jesús el consuelo de la paz, la reconciliación
y la justicia. Oremos…
5. Te pedimos, Padre,
por nuestra amada parroquia: haz fecunda todas sus obras y proyectos
pastorales. Danos la fecundidad que solo la comunión contigo y con nuestros
hermanos puede lograr. Oremos…
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